Ximena Lamadrid y Griselda Siciliani: Las actrices de Bardo protagonizan la portada de Vogue (2024)

Al igual que muchos, conocí a Ximena Lamadrid por su trabajo en el thriller mexicano, ¿Quién mató a Sara?, la joven de 26 años no es ajena al reconocimiento, pues la serie se convirtió en una de las más vistas de Netflix a nivel mundial. Nos detenemos a platicar en el antiguo comedor donde percibo el olor a las gelatinas que mi abuelo solía comprarme cuando era niña, ahí está de nuevo esa familiaridad que se extiende la manera en la que Ximena se muestra vulnerable desde su primera respuesta, cuando le pregunto si alguna vez se vio llegando a este punto de su carrera: ‘Yo siempre tuve objetivos muy grandes. Los soñaba y sentía dentro de mí, creo mucho en la manifestación, siempre tuve actores y directores favoritos con quienes siempre he querido trabajar. Definitivamente, Alejandro fue parte de esos ídolos, siento que fue en parte una manifestación y en otra parte este trabajo de estar manteniendo energía, disciplina positiva, creativa y constante’. Ximena es de rituales, le gusta la meditación, hacer yoga, comer el cacao de su prima para nutrirse sanamente. El concepto de la manifestación tiene sus creyentes y detractores, pero tratándose de una persona como ella, es entendible que sus deseos hayan sido concedidos, Ximena es amable, reflejo de su práctica constante de ‘mantener una relación linda conmigo y con la gente que me rodea’. La actriz estuvo en el Festival de Cine de Venecia para presentar Bardo, un hito en su carrera. Confiesa haber tenido un punto de quiebre ante la magnitud del momento que estaba viviendo, sin embargo, lo agradece. ‘Para mí fue un aprendizaje. Siempre confío en que todo siempre va a salir bien. Pase lo que pase, todo se soluciona, hay momentos en los que tienes que rendirte y aceptar que no siempre vas a terminar todo lo que tienes que hacer’.

Aunque es mexicana, creció gran parte de su vida en Dubai, de ahí a Nueva York y, desde hace casi cuatro años, vive en la Ciudad de México. Su historia inmediatamente remite a la de Camila, su personaje en la película que toma la decisión de vivir en México luego de crecer en Estados Unidos. ‘Hay una nostalgia que ella siente, tiene una línea que dice: ‘es todo lo que no fue’, porque extraña México’, le pregunto si alguna vez se ha sentido así, ‘vengo de muchos lugares, de mi mamá, mi papá, de México, de mis abuelos, de lo que crecí en Dubai. Al final del día la Tierra es nuestro hogar, nuestra casa, tal vez estoy en un viaje en medio de la nada con mi familia en Tailandia, en la montaña de Oaxaca con mi pareja, o en el trabajo haciendo lo que amo. Somos parte de todo’, no obstante, conserva recuerdos muy precisos de México, la clase de recuerdos triviales que son fáciles de imaginar en formato polaroid. ‘Recuerdo Valle de Bravo, visitando a mi abuela en Cancún, la comida, las quesadillas en el centro, Vips porque ahí siempre teníamos que desayunar con mi abuelo, me acuerdo de las manos de mi abuela y sus uñas rojas’.

A propósito de memorias, Ximena habla de las que conserva de Bardo con especial cariño. Me cuenta que en un inicio no tuvo acceso al libreto, ‘yo creo que si hubiera leído el guion, me hubiera confundido mucho’, dice riendo y haciendo alusión a las dos horas con 39 minutos de duración de la película. También habla entusiasmada acerca del momento en el que supo que tenía el papel: ‘lo recuerdo perfecto porque mi manager me escribió, mi corazón estaba latiendo muy fuerte. Me dice: ‘te quedaste en la peli’. Fue a media pandemia, mayo 2020, casi un año antes de empezar a grabar, seis meses después de que había hecho el último casting. [Mi familia y yo] celebramos llorando, abrazándonos y grabando un poco de ese momento toda la tarde’.

Al poco tiempo de terminar de retratar a Ximena, Griselda Siciliani baja las escaleras con esa presencia tan intensa que la caracteriza, cuando intercambian saludo, veo la relación tan cercana de la que habla Ximena. ‘Desde el principio, nos unimos e hicimos una familia. Con Gris sentí esa conexión de madre, pero también de hermana y amiga, siempre hubo una afición y un amor muy hermoso entre ella y yo. Confío muchísimo en ella, le podía contar mis cosas. A veces cuando estás grabando puedes sentir soledad durante un proceso largo, pero en este proceso nunca me sentí sola porque tenía a mi hermano, tenía a mi madre, tenía a mi papá (técnicamente)’, comenta, refiriéndose también a Giménez Cacho e Iker Solano, quien interpreta a su hermano menor en la cinta. Es algo en lo que coincide la actriz argentina cuando le pregunto sobre su relación con Ximena: ‘Siempre estuvimos muy conectadas. Yo recuerdo particularmente una escena en la que estamos en la habitación muy conmovidas. Estábamos agarradas de la mano, aunque no estaban en plano y nos pasamos todo un día agarradas, como diciendo: ‘entreguémonos a este momento juntas’’.

A pesar de no compartir relatos de vida –la argentina tiene una hija de 10 años y se separó en 2016–, ella también desprende esta fuerza que describe en Lucía. Lo noto cuando le pregunto lo que piensa sobre el éxito y admite que no es una palabra que use frecuentemente, ‘sí uso la palabra ‘privilegio’. Me siento una privilegiada porque tengo una vida hermosa, un trabajo que me va bien, hago lo que me gusta. Puedo disfrutar de mi maternidad, de mi trabajo y de ser una mamá que trabaja’, sobre esto último la actriz reflexiona con una sabiduría que, evidentemente, impregnó en su interpretación, por eso se reconoce en Lucía: ‘Puedo deconstruir esa idea de que las mujeres o somos mamás o trabajamos, los hombres lo han hecho toda la vida. Para las mujeres es todavía un trabajo de nosotras mismas hacer esa deconstrucción, porque estamos formadas así y porque el patriarcado nos dice que tenemos que sentir culpa. Cada día hago un trabajo para poder criar a una hija libre y que vea a una mamá que trabaja, que tiene el privilegio de ser feliz con su trabajo, algo que no le pasa a muchas mujeres. Siento que soy privilegiada y que asumir los privilegios hace que uno pueda mirar también para el costado y ver al que no los tiene para poder tener esa consciencia social’.

Griselda recuerda haber llorado cada vez que ha visto Bardo. Es una actriz generosa, quería responder con la misma sensibilidad la manera en la que el director expuso su alter ego más vulnerable. ‘Estuve en carne viva durante todo el rodaje, muy concentrada. Para mí fue un antes y un después en la manera de trabajar, de pensar la profesión. Me es difícil… Todavía me siento muy cerca de Bardo como para tener un análisis más objetivo, tengo una subjetividad total, porque estoy muy enamorada de mi personaje, de la película, de la experiencia que fue para mí como mujer, como mamá’, señala.

Lamadrid y Siciliani posan juntas en el jardín, es una tarde de viento frío que anuncia la llegada del invierno en la ciudad. Dentro de la casa, donde las observo, se filtran las últimas luces del atardecer. Es un momento surreal, en el que entiendo lo que para ambas mujeres significa ‘bardo’. En el filme, es una palabra que se refiere a estar en medio, un limbo, un entretiempo; Ximena tuvo el suyo. ‘El bardo es constante, siempre estamos en transiciones, siempre estamos en movimientos, cambiando, es ese seguimiento del camino. Para mí el bardo significa la película, la experiencia de todo el proceso desde antes de llegar a México, llegar aquí como actriz, empezar mi carrera profesional, quedarme en esta película, todo es muy surreal, la vida es surreal, es algo que explica Alejandro: no hay verdades, por eso es ‘falsa crónica de unas cuantas verdades’. Estoy agradecida de haberlo experimentado porque siento que ahora siempre me voy a quedar en un bardo’. ¿Para Griselda? Ella lo piensa más tiempo. ‘Soy muy intensa, siento que todo el tiempo donde estoy, estoy a full y quién sabe si me tocará algún bardo. Estoy yendo a un lugar nuevo, sobre todo en la profesión y por ende en la vida, porque eso también me va llevando, soy muy apasionada y me meto en lo que estoy haciendo y siento que estoy ahí nadando en un mar que nunca se acaba, y de golpe, ese mar desemboca en un lado totalmente diferente que digo ‘yo no me esperaba estar acá’. Relaciono el bardo con la intensidad de estar profundamente y muy presente en cada momento, en cada lugar, no estar especulando lo que viene después, estar donde estás’.

Ximena Lamadrid y Griselda Siciliani: Las actrices de Bardo protagonizan la portada de Vogue (2024)
Top Articles
Latest Posts
Article information

Author: Van Hayes

Last Updated:

Views: 6154

Rating: 4.6 / 5 (46 voted)

Reviews: 85% of readers found this page helpful

Author information

Name: Van Hayes

Birthday: 1994-06-07

Address: 2004 Kling Rapid, New Destiny, MT 64658-2367

Phone: +512425013758

Job: National Farming Director

Hobby: Reading, Polo, Genealogy, amateur radio, Scouting, Stand-up comedy, Cryptography

Introduction: My name is Van Hayes, I am a thankful, friendly, smiling, calm, powerful, fine, enthusiastic person who loves writing and wants to share my knowledge and understanding with you.